Las plumas de las aves son sumamente importantes ya que les protegen de las inclemencias del tiempo, y les permiten volar. Por lo tanto, cada ave cuida de sus plumas limpiándolas con su pico regularmente. Además, para no lastimar sus hermosas plumas cobertoras de su cola, el Quetzal macho tiene el hábito de lanzarse hacia atrás para tomar el vuelo, ya sea desde el nido o rama; la hembra no tiene que hacer este movimiento porque no tiene estas largas plumas sobre la cola.
Con el tiempo las plumas se desgastan y es necesario remplazarlas. El cambio de plumaje se hace por etapas, ya que el ave, en ningún momento, se queda desplumada.
Las plumas ornamentales del macho, importantes para el cortejo, son renovadas cada dos años, a finales del mes de agosto (en la Sierra de las Minas) y agosto a septiembre (Volcán Atitlán), después de la época reproductiva.
Durante esta época, cuando el macho no tiene sus largas plumas cobertoras de la cola, es común confundirlos con las hembras y otros Trogones; pero si se observa la coloración de las plumas y la cresta, se puede distinguir entre uno y otro.