La observación de Quetzales es una actividad que requiere delicadeza, paciencia y sobre todo mucho respeto hacia la naturaleza. Hay lugares, temporadas y horas en que se ve el Quetzal, con mayor facilidad, por lo que, la lectura cuidadosa de recomendaciones y sitios, proveerá información para planificar un viaje que se convierta en una experiencia.

| Sitios de observación: En esta guía se presentan varias opciones de lugares donde se pueden observar Quetzales. Se sugiere escoger algún sitio de acuerdo a los intereses y a la región a dónde se desee viajar. Es mejor contactar por teléfono el lugar seleccionado, antes del viaje, y verificar que se ha elegido la mejor época para realizar la visita. Es importante establecer si hay guía local, pues, para quien no es un observador de aves experimentado, este factor facilitará la búsqueda de lugares específicos en que se localiza el Quetzal. Al alojarse en otro sitio debe considerarse el tiempo suficiente para el traslado hacia el destino. Una mejor opción es hospedarse en el mismo sitio de observación, puesto que el inicio de la actividad se hace muy temprano de la mañana.

| Epoca recomendada: La época del año en que se ve más actividad de Quetzales son los meses de febrero a mayo. El resto del año, ya terminaron de anidar y los polluelos salieron del nido, así que su observación no es tan fácil, a menos que se ubique un árbol donde se alimentan regularmente y que esté en fruto. Es recomendable preguntar previamente en el sitio sobre la mejor época del año para realizar la visita.

| Ropa recomendada: Se recomienda ropa para el frío y la lluvia (o llovizna constante), camisa de manga larga, pantalones largos, suéter e impermeable o chaqueta, repelente de insectos (especialmente cuando se sale de madrugada), protector solar, gorra o sombrero, zapatos cómodos para caminatas, preferiblemente con suelas rugosas o antideslizantes; pueden ser botas de hule o botas de caminata. Para observar la vida silvestre se sugiere escoger ropa de colores tierra (verdes, cafés) que se confunden con la naturaleza. Los colores fuertes en la ropa hacen que las aves se retiren. Evitar la loción o perfume porque atrae mosquitos

| Equipo necesario: Generalmente no es posible, ni mucho menos recomendable, acercarse mucho a las aves en su hábitat natural porque se alarman ante el posible peligro. Así que, para ver al Quetzal, lo mejor es tener un par de anteojos prismáticos (también llamados binoculares o largavistas) para observarlos desde unos 50 m de distancia. Los mejores para la actividad de observación de aves tienen un aumento y magnificación de 7X35, 8x40, o 10x50 para aves que están muy lejos. Si puede obtener un telescopio para ver aves, será aún mejor.

| Otra información impresa: Además del Quetzal, posiblemente se vean otras especies de aves. Si se tiene interés en conocer más sobre las aves locales, se recomienda que se utilice una Guía de Aves impresas, para identificar otras especies de la región. Entre las Guías de aves, se recomiendan:

Howell, S.N. & S. Webb, 1995. A guide to the Birds of Mexico and Northern Central America. Oxford Univ. Press. Oxford, England. 851 pp.

Peterson, R. & E. Chalif. 1973. A field guide to the Mexican Birds. Houghton Mifflin Co. Boston. 298pp.

Edwards, E. 1998. The birds of Mexico and Adjacent Areas: Belice, Guatemala and El Salvador. Univ. Of Texas Press. 2 ed. Austin. 209pp.

La Guía de Costa Rica (Stiles & Skutch. 1989. A guide to the birds of Costa Rica) tiene algunas especies de Guatemala, pero no todas.

| Horario de observación: La mejor hora para observar Quetzales es en la madrugada y durante las primeras horas de la mañana (5:30 a 8:00 horas). Durante este período, los Quetzales salen a buscar su alimento. También hay un corto periodo de tiempo al final de la tarde, cuando las aves buscan alimento o sitios para dormir, alrededor de las 17:00 a las 18:00 horas.

| ¿Cuántas personas en el grupo? Para poder ver Quetzales, es deseable hacer la visita en grupos pequeños, de 2 a 8 personas máximo. Cuando el grupo es muy grande, las aves se ahuyentan fácilmente. Cuando no se conoce el lugar, es recomendable contratar un guía local quien, por su experiencia, ayudará a encontrar al Quetzal y otras aves interesantes. El trabajo de los guías locales es primordial para la conservación del bosque nuboso, ellos son personas que pueden contribuir grandemente a mejorar la experiencia de la visita. Es importante agradecerles por su dedicación y conocimiento.

| Recomendaciones adicionales: Las aves siempre están atentas a ruidos extraños en el bosque, ante los cuales generalmente huyen, por lo que es recomendable caminar en silencio (sin cantos ni charlas) y en grupos pequeños de tal manera que cuando aparezca el Quetzal u otra ave, se pueda observar. Se recomienda caminar despacio y en orden, no correr, y mantenerse en los senderos. Una forma de observar aves es encontrar un lugar solitario donde sentarse y confundirse entre la vegetación, pues así se puede esperar pacientemente. En tanto sea posible, se recomienda planificar un viaje de más de un día, pues la observación requiere de inversión de tiempo y esfuerzo. Es importante tomar en cuenta que el Quetzal es una especie que se desplaza por disponibilidad de comida, depredadores y por apareamiento, por lo tanto no es posible garantizar que durante un corto viaje se tenga la certeza de verlo. Debe recordarse que el Quetzal no es un ave abundante. Sin embargo, cuando se logra observar con los binoculares, aunque sea por un breve instante, se tiene la sensación de haber encontrado un tesoro y uno es recompensado con la belleza del ave.

| Anotar características: Todo amante de la naturaleza siempre lleva una libreta de campo donde anota lo que ve: plantas, animales, y otros apuntes. Cuando se observa aves se pueden anotar las características del plumaje, como coloración general, zonas del cuerpo que por sus formas o colores llamen la atención, hábitat en el que se observó y toda referencia útil para comparar con las guías de campo, lo que permitirá una adecuada identificación. Esto es muy importante, puesto que existen especies de aves muy similares unas de otras, y es probable que se encuentren nuevas especies en áreas donde no habían sido vistas antes.